
Acompañamiento de por vida
porque el vínculo no termina al cerrar la puerta
Nuestra responsabilidad no se acaba el día que tu gatito llega a casa.
Al contrario.
Ahí empieza lo bonito: acompañarte, escucharte y estar cerca.
Con experiencia, con conocimiento… y con un corazón abierto (y lleno de pelo, seguramente).
Porque, seamos sinceros:
Las preguntas importantes aparecen cuando el arenero está lleno, el gato no come, o se enamora del radiador.
Y es un alivio saber que hay alguien al otro lado que no solo responde,
sino que entiende, piensa contigo… o simplemente dice:
“Tranquilo, esto también pasará.”
¿Qué puedes esperar de nosotros?
* Consejos para la adaptación
* Dudas sobre salud, alimentación o educación
* O simplemente unas palabras amables cuando las necesites
Porque con cada gatito, no solo entregamos un miembro nuevo de tu familia,
sino también acceso a nuestro pequeño universo de experiencia —
para toda la vida.
Queremos que te sientas seguro. Y acompañado.
¿Y si la vida se complica?
Muchos tutores que viven solos nos preguntan:
”¿Y si un día tengo que ir al hospital?”
”¿Y si surge un viaje inesperado?”
Para nuestras familias en Viena y alrededores, tenemos una solución sencilla:
Nos avisas, dejas la llave con alguien de confianza (o en un sitio seguro),
y nosotros nos encargamos:
Pasamos por tu gato, lo cuidamos con cariño,
y te lo devolvemos en perfecto estado —
con mimos incluidos.
Apoyo, fiabilidad y empatía
Eso es lo que te prometemos.
(Sin letras pequeñas ni complicaciones legales.)
No tomamos decisiones por ti.
Pero te acompañamos.
Con paciencia. Con cuidado.
Y con un corazón honesto.
Porque tu gato también es especial para nosotros.
Y porque el verdadero acompañamiento no se escribe en un contrato,
sino que se siente,
en cada mensaje, en cada ronroneo, y en cada “aquí estoy, cuando me necesites.”
